
Seis abonados con 50 años de antigüedad recogen sus insignias en Balaídos, premio a una fidelidad inquebrantable
22 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El acto de entrega de las insignias de oro a lo celtistas que cumplen 50 años como abonados nunca defrauda. Derrochan celtismo ya sean decenas, como otros años, o solo ocho, de los cuales seis pudieron salir ayer por el túnel de vestuarios de Balaídos y recibir el aplauso de los capitanes de los primeros equipos celestes actuales, Iago Aspas, Iván Villar, Fran Beltrán, Carl Starfelt -faltó Vicente Guaita-, Lara Martínez y Muñi, así como de otros míticos de la historia, caso de Vicente, Manolo, Atilano y Gudelj, aparte de Marián Mouriño.
Ella, que recordó lo mucho que le «emociona este evento» que vivía en el cargo por segunda vez, les agradeció su fidelidad. «Nos reunimos para homenajear a las personas que mejor representan nuestra historia, la esencia de nuestro club», agradeciéndoles «tantos años apoyando al club de nuestras vidas». «50 años se dice rápido, pero detrás hay medio siglo de emociones, de estar jornada a jornada apoyando». No se olvida de las «decepciones que duelen, pero que nunca pudieron» con el celtismo de estos abonados históricos. «Nunca nos soltasteis de la mano, ni cuando más duras se ponían las cosas».
En un vídeo, se recordaron algunos acontecimientos coincidentes con la temporada 1974/1975 en la que estas personas se dieron de alta. «En una época difícil, vosotros dijisteis sí, con el corazón por delante», proseguía la presidenta, que se comprometió a guiarse del celtismo para hacer «un Celta más grande». Pero quienes dieron sí de inicio fueron, en muchos casos sus familias, porque uno de los protagonistas tiene 51 años y lleva 50 de socio, y también el resto lo heredaron de los suyos. «Venía con mi padre, entrábamos de la mano siendo un niño pequeño, pero cuando empezabas a crecer, te comenzaban a poner pegas, así que en unas Navidades, me regalaron el carné del Celta», cuenta emocionado Manuel Pereira a sus 61 años.
Su primer recuerdo fue contra un equipo extranjero: «Creo que era el Aberdeen», dice en referencia al primer Celta europeo, evocando que tiene sensación de decepción y que era con un equipo extranjero en una época en que eso no era habitual. Jamás se planteó en firme no renovar su carné, si acaso dudas «cuando la cosa no va como crees que debe ir como club, cuando algo no te identifica tanto, pero al final, acabas aquí», señala. «En Segunda B, lo pasaba teta. Yo venía al Celta y si gana, mucho mejor, pero no importa tanto la categoría. Prefiero que haya cantera», proclama feliz con el proyecto actual. Y quita importancia a la parte que le toca. «No tengo mérito, vengo porque me encanta el Celta», subraya.
Los celtistas, acompañados de sus familias, se hicieron la tradicional foto de familia, que dejó una muestra del humor de un Iago Aspas que volvió a ser el más solicitado para las fotos y que le decía a Beltrán que se pusiera al lado de Carmen: «Es de tu altura», le repetía entre risas. Antes, él y Lara Martínez habían dedicado unas palabras a todos: «A xente nova que vén hoxe e grazas a socios coma vós».